En Panamá vemos con mucho temor que somos un pais muy pequeño con muchos casos de COVID-19 pero al mismo tiempo recibimos solicitud de ayuda por parte de organismos internacionales que elogian la labor que estamos haciendo en la lucha contra este virus que a todos nos afecta en el planeta – hace un tiempo estábamos a punto de adherirnos a las nuevas tendencias mundiales como 5G e Internet de las Cosas (IoT) temas que necesitábamos para poder innovar y ser un país competitivo a nivel mundial estos temas se veían como punta de lanza para atraer inversiones extranjeras de empresas para que trasladaran sus centros y operaciones de negocios a Panamá y por ende generar así nuevas plazas y oportunidades de empleo.

Cómo podemos definir el Internet de las Cosas (IoT) ? Se puede definir como una red de objetos físicos, personas, maquinas que se conectan y se comunican para intercambiar datos, información entre aplicaciones que todas juntas utilizan una plataforma de Inteligencia Artificial.

Hoy poco más de un mes que surgió el primer caso de COVID 19 en Panamá vemos con mucha satisfacción que nuestro país está trabajando de manera muy proactiva y positiva en materia de Inteligencia Artificial y Robótica para el manejo de esta pandemia.

El gobierno nacional implemento el sistema de Respuesta Operativa de Salud (ROSA) que utiliza la Inteligencia Artificial para detectar y atender los pacientes de COVID 19; por otro lado amanecemos en Panamá con la noticia de que un ROBOT entregará los medicamentos de la Caja de Seguro Socia (CSS). La CSS evalua el tema de reparto a domicilio para que entregue estos medicamentos; sin embargo surge la duda: ¿por cuánto tiempo seran los humanos quienes hagan los servicios de DOMICILIO? No creo que por mucho tiempo, pues ya existen y se están poniendo en ejecución los llamados robots de domicilio. Hoy vemos que por ejemplo los robots de Broad Branch Market forman parte de una flota de la compañía californiana Starship que hacen domicilio desde finales de marzo; el supermercado Broad Branch Market cuenta con seis nuevos empleados: unos robots de reparto que entregan la compra en las casas de los vecinos de Chevy Chase, en las afueras de Washington DC, ayudando así a cumplir las medidas de distanciamiento social que buscan mitigar el impacto del coronavirus. Siendo así, ¿cuanto demoraremos en Panamá en contar con esta tecnología? Pienso que nada.

Nuestra pregunta es ¿dónde estará la ley que regule el Internet de las Cosas (IoT) quizás cuando pase esta pandemia nos veremos caminando en las calles al lado de los robots. Debemos enfocarnos ahora en la labor de la normativa para que, de la mano con los avances tecnológicos, podamos ser un verdadero HUB Tecnológico. Hemos avanzado mucho en la regulación en todos los sentidos, pero estamos faltos de regulación al igual que quizás el mundo entero en materia de normativas para temas de IoT.

El mundo está cambiando rápidamente hacia un ambiente en el que un número creciente de máquinas, como cámaras de vigilancia, redes de suministro eléctrico, automóviles, sensores hogareños e industriales, entre otros se está conectando sin necesidad de la mediación de las personas. Esta transición está afectando las telecomunicaciones , y a un número de diferentes economias, mercados y esferas de la vida humana. Es aquí donde nos corremos un riesgo de que una regulación ya sea muy excesiva, o muy pobremente diseñada, podría desacelerar las enormes oportunidades de crecimiento de IoT en Panamá. Esto nos impone la necesidad de que todo el ecosistema involucrado dialogue y coolabore con los entes regulatorios acerca de este importante avance tecnológico. El Internet de las Cosas (IoT) llego para quedarse, habita con todos nosotros, y es una responsabilidad de todos .

El IoT desempeñara un rol clave, ya no en los próximos años sino aquí y ahora. Una correcta implementación de las tecnologías implica el funcionamiento de todo un ecosistema que va camino a optimizar los procesos claves de empresas, instituciones públicas y personas. El impacto se veía hace unos días más enfocado en edificios inteligentes, planeación logística y transacciones administrativas dentro de diversas entidades en América Latina – lo impresionante de nuestro país es ver como lo ha implementado en un tema tan crucial como es la salud en estos momentos hacemos hincapié en lo importante que es una regulación que permita la innovación, que se considere la remoción de obstáculos que impidan la adopción de las tecnologías que integran el concepto de IoT – este entorno requiere normas que permitan a los operadores y los actores tecnológicos avanzar en estas nuevas oportunidades pero también los obliga a crea una sinergia con las agencias nacionales para abordar temas centrales como la regulación, la seguridad informática, protección de la información de las personas, eficiencia energética y aprovechamientos de los beneficios de IoT en la población.

En conclusión La fragmentación y complejidad del ecosistema IoT y sus muchos acercamientos tecnológicos es todo un desafio que debemos afrontar con mucha responsabilidad y objetividad pero sobre todo con empeño y rapidez para que no nos veamos frente a brechas de seguridad que al final pueden resultar muy costosas para nuestra economía . Es imperativo una interacción total entre desarrollo tecnológico del mercado y la regulación, ya que no podemos dejar de lado  los temas regulatorios de los sistemas IoT y su impacto en las personas y su economia porque van de la mando de las regulaciones de telecomunicaciones, especificamente en la administración de estandares, licencias, espectro radiolectrico, certificación de equipamiento, etc. Otros aspectos, igualmente importantes , caen dentro de otros actores como son los reguladores de la protección de la información, la privacidad y la seguridad.